Sinusitis. Ya había oído hablar de ella, pero nunca la había sufrido. ¿Cómo se puede pasar el día, y la noche, pensando que te duele la cabeza? Parece ser que está remitiendo, pero persiste una perturbación en mi sentido del equilibrio, como si a mi cerebro le doliese mirar hacia abajo. En cambio, no pasa mirando hacia arriba. Curioso.
Lo siento, más de lo mismo. Dos pastillas y a la cama.
jueves, enero 26, 2006
miércoles, enero 25, 2006
Noveno día
Más de lo mismo. Congestión, dolor de cabeza que se extiende hasta la encía superior.
Hoy debería haber empezado la traducción del libro y ni siquiera tenía ganas de llamar a la editora y saber qué plazo me daba.
En lo positivo, parece que empieza a funcionar la videoconferencia con la familia de Catherine. Théo se ha puesto muy contento de ver a su abuela en la pantalla.
Me acuesto.
Hoy debería haber empezado la traducción del libro y ni siquiera tenía ganas de llamar a la editora y saber qué plazo me daba.
En lo positivo, parece que empieza a funcionar la videoconferencia con la familia de Catherine. Théo se ha puesto muy contento de ver a su abuela en la pantalla.
Me acuesto.
martes, enero 24, 2006
Octavo día
Théo me (nos) ha pegado una bronquitis. La congestión me ha producido una cefalea de campeonato. Así que aquí lo dejo hasta mañana, porque voy a acostarme a esta temprana hora. Espero estar mejor mañana, que tengo que empezar la traducción de una novelita que acaban de encargarme.
lunes, enero 23, 2006
séptimo día
¿Cómo se cura la dispersión? ¿Cómo decide uno lo que de verdad quiere hacer entre el amplio abanico de posibilidades atractivas? Y eso sin contar con las múltiples imposiciones. El hecho de escribir este blog me produce una sensación tan agradable como la de la hora de comer. Es una obligación agradable. ¿Cómo convierte uno el resto de su vida en un conjunto de autoimposiciones agradables? ¿Planificando un horario? ¿Haciéndose una lista y tachando lo ya realizado? Reconozco que eso es agradable, aunque entonces, el hecho de realizar la lista debería ser también una autoimposición. ¿Para eso sirven entonces las agendas? Todos los años me hago con una (la de éste me costó 1,15 € y sigue prácticamente virgen.
Debería plantearme como costumbre el poner en práctica las cosas que se me ocurren, inmediatamente. Hoy por ejemplo, se me ha ocurrido un chiste gráfico a propósito de la polémica del general Mena y el estatut de cataluña. Una caja de fruta en la que se leyese: "Bananas Mena. Prohibido separar los racimos".
Ya está, reconozco una mejoría en mi actitud. He utilizado la misma técnica que para este blog. No he corregido nada (y se nota). He preferido hacerlo rápidamente que dejar de hacerlo. Quizás mi lema debería ser: "hazlo, aunque sea mal, luego ya tendrás tiempo de introducir mejoras". Los bocetos son muy importantes en arte.
Tictac tictac. Creo que lo voy a dejar aquí. Voy a hacerme una lista de las cosas que tengo que hacer hoy. Lo haré en mi flamante agenda.
Debería plantearme como costumbre el poner en práctica las cosas que se me ocurren, inmediatamente. Hoy por ejemplo, se me ha ocurrido un chiste gráfico a propósito de la polémica del general Mena y el estatut de cataluña. Una caja de fruta en la que se leyese: "Bananas Mena. Prohibido separar los racimos".
Ya está, reconozco una mejoría en mi actitud. He utilizado la misma técnica que para este blog. No he corregido nada (y se nota). He preferido hacerlo rápidamente que dejar de hacerlo. Quizás mi lema debería ser: "hazlo, aunque sea mal, luego ya tendrás tiempo de introducir mejoras". Los bocetos son muy importantes en arte.Tictac tictac. Creo que lo voy a dejar aquí. Voy a hacerme una lista de las cosas que tengo que hacer hoy. Lo haré en mi flamante agenda.
domingo, enero 22, 2006
Sexto día
He tenido que encerrarme en mi cuarto y pedirle a Catherine que me dejase escribir un cuarto de hora. Antes no me atrevía a hacerlo porque me sentía culpable: en realidad no conseguía hacer nada de lo que me proponía.
Ayer hablé con Fernando (o antes de ayer). Tiene alguna idea para crear una editorial, y me ha gustado mucho. Hasta ahora, mi fe en el destino se limitaba a hechos puntuales, a corto plazo, nada que afectase de verdad al curso de la vida. Pero el paralelismo relativo que "sufrimos" Fernando y yo desde que nos conocemos nos ha llevado al convencimiento de que el destino nos une para hacer algo juntos. Su idea es realmente buena, y creo que yo podría aportar mucho a esa empresa (por razones que conocemos perfectamente Fernando y yo, creo que será mejor evitar en todo momento la palabra "proyecto"). Tengo otro convencimiento a este respecto: su éxito dependerá exclusivamente del grado de confianza que ambos pongamos en él, tenemos qeu creer con fuerza en esa empresa, saber que va a ser un éxito. Los dos hemos sufrido en nuestras carnes la mediocridad de otros, estos sí, proyectos. En esa empresa no debe haber sitio para los complejos.
Me gusta esta imposición (autoimposición inducida, para no quitar mérito a Jose) del blog. Me gusta la sensación de estar realmente concentrado en algo que me gusta, como escribía el otro día sobre el programa de la felicidad. Debo extenderla inmediatamente a otras actividades, o a otros escritos.
Bueno, no voy a abusar más de la confianza de Catherine, me voy a ayudarla con Théo. De todos modos, tampoco esa es una tarea desagradable.
Ayer hablé con Fernando (o antes de ayer). Tiene alguna idea para crear una editorial, y me ha gustado mucho. Hasta ahora, mi fe en el destino se limitaba a hechos puntuales, a corto plazo, nada que afectase de verdad al curso de la vida. Pero el paralelismo relativo que "sufrimos" Fernando y yo desde que nos conocemos nos ha llevado al convencimiento de que el destino nos une para hacer algo juntos. Su idea es realmente buena, y creo que yo podría aportar mucho a esa empresa (por razones que conocemos perfectamente Fernando y yo, creo que será mejor evitar en todo momento la palabra "proyecto"). Tengo otro convencimiento a este respecto: su éxito dependerá exclusivamente del grado de confianza que ambos pongamos en él, tenemos qeu creer con fuerza en esa empresa, saber que va a ser un éxito. Los dos hemos sufrido en nuestras carnes la mediocridad de otros, estos sí, proyectos. En esa empresa no debe haber sitio para los complejos.
Me gusta esta imposición (autoimposición inducida, para no quitar mérito a Jose) del blog. Me gusta la sensación de estar realmente concentrado en algo que me gusta, como escribía el otro día sobre el programa de la felicidad. Debo extenderla inmediatamente a otras actividades, o a otros escritos.
Bueno, no voy a abusar más de la confianza de Catherine, me voy a ayudarla con Théo. De todos modos, tampoco esa es una tarea desagradable.
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